Los años 30: ellas (parte 1)

Por L. Escalante

Dos semanas atrás conocimos el contexto de los años 30 y, por cuestiones de eventos especiales como lo fue Halloween, la continuación del especial se pausó. Afortunadamente, hoy vuelve la segunda parte del especial e iniciamos el recorrido con lo fundamental de la moda, el calzado y los accesorios femeninos.

¡Es hora de comenzar y adentranos en los años 30!

Moda

Como pudimos conocer en el contexto de esta época, una grave crisis económica afectaba a una gran parte de la población, por lo que el mercado de telas finas se redujo; ante dicha situación, los fabricantes desarrollaron telas más accesibles como el rayón, el algodón y hacia el final de la década, del nylon. Los colores predominantes eran, de acuerdo con Hibbert, C y Hibbert, A., suaves como el gris, el negro, el café o el azul marino.

Si bien durante los años 20 la indumentaria ocultaba la figura femenina para darle una apariencia “masculina”, en los años 30 los vestidos de corte sesgado aparecieron para destacar nuevamente las curvas femeninas; este diseño requería mayores cantidades de tela pues las faldas eran amplias en comparación con las de la década pasada, aunque la prenda se ajustaba en el pecho y las caderas.

Asimismo, otras mujeres optaban por usar un estilo más masculino logrado a través de pantalones acompañados de una gabardina y una boina, inspiradas por el estilo adoptado por la actriz de origen sueco Greta Garbo.

     

Los vestidos de noche cambiaron radicalmente. En lugar de centrarse en lucir las piernas los diseñadores se enfocaron en producir prendas que mostraran la espalda de la portadora; de esta forma, las faldas volvieron a ser largas y los diseños mantenían la zona de la espalda descubierta. Estos diseños solían estar elaborados con telas elegantes como seda, rayón o satín e iban en conjunto con chaquetas de tipo bolero o capas pequeñas usualmente elaboradas con pieles auténticas. Piezas como estas eran elaboradas con materiales de alta calidad, como0 ya mencioné, así que solo eran accesibles para la población acomodada en vista de la situación económica producto de la Gran Depresión.

Calzado

Comodidad y durabilidad: si algo buscaba una mujer que adquiriría calzado eran definitivamente estos dos elementos; durante la Depresión todos buscaban que sus prendas duraran mucho de manera que no se vieran en la necesidad de invertir continuamente en renovarlas.

El diseño del calzado se destacaba por ser bicolor, tener perforaciones decorativas y estar elaborado con materiales resistentes como la piel. Abundaban los zapatos tipo Oxford de agujetas; este es un modelo que, sin lugar a dudas, continua vigente y aun se puede conseguir en ciertas zapaterías. Otro broche que abundaba era la correa, ya fuera en forma de T, una única correa al estilo del zapato escolar de hoy en día (también conocidos como los Mary Janes) o correa tipo monje, el cual cubría el pie casi en su totalidad. También surgieron los zapatos que únicamente requerían deslizar el pie en su interior, nada de broches ni agujetas; usualmente eran de diseño discreto y pieles exóticas que en ese tiempo resultaban más baratas que el cuero.

     

Los conjuntos de noche se acompañaban con zapatos de colores metálicos u oscuros de suela de cuero y tacón alto con decoraciones inspiradas con lo que restaba de la influencia del art decó de los años 20.

Todo el calzado femenino de los años 30 tenía tacón cuadrado con una ligera curva, incluidos los zapatos deportivos (usualmente de aproximadamente dos centímetros y medio), las pantuflas y las sandalias, estas últimas con un taconcito casi imperceptible. El código de calzado era tacones medianos y bajos para el trabajo, eventos casuales y deportes, y tacones latos para eventos en la tarde o conjuntos de noche. La altura de los zapatos oscilaba entre los ya mencionados 2.5 cm y 6.5.

Accesorios

Así como impuso moda en materia de pantalones, Greta Garbo también popularizó el llamado “sombrero caído/holgazán” al usarlo en la película A Woman of Affairs en 1928. El diseño del sombrero era, en sí, un cloche más amplio en comparación con el diseño creado por Caroline Reboux; este cloche se usaba bajo, sobre la frente, y su diseño influenciaría el diseño de sombreros durante el resto de la década.

Como habrán notado, la Gran Depresión y la guerra en curso no impidieron que la moda evolucionara ni que los diseñadores innovaran las prendas ya existentes; el ingenio y la creatividad no faltaron y mucho menos el glamour hollywoodense.

¡No se pierdan la siguiente entrega donde conoceremos todo lo relativo al maquillaje y peinados!

Bibliografía

• “1920s Mens Hats & Caps. Gatsby, Peaky Blinders, Gangster”. Vintage dancer. Consultado el 5 de noviembre de 2018 en: https://vintagedancer.com/1930s/1930s-shoes-history/
• Hibbert, C y Hibbert, A. (2005). A history of fashion and costume. The Twentieth Century. Nueva York: Facts On File.